Perú es un festín para los sentidos, y vivirlo con amigos multiplica la experiencia. EnLima , la capital gastronómica de Sudamérica, el día se disfruta entre desayunos en panaderías artesanales, almuerzos en mercados como Surquillo y cenas en restaurantes de renombre mundial. El ceviche, la causa limeña y los postres con lúcuma revelan la diversidad de la cocina peruana. .

En Cusco , la altura cambia los sabores y la manera de comer. Aquí, visitar mercados, probar frutas andinas, participar en una pachamanca o aprender a preparar tamales conecta con las raíces de la cultura andina. Cada plato cuenta una historia de tradición y comunidad. .

En el Valle Sagrado , la gastronomía se funde con el paisaje. Almuerzos con vista a campos de maíz, cenas bajo un cielo estrellado y talleres con cocineras locales hacen que cada momento sea único. Este viaje une amistad, cultura y cocina, creando recuerdos que perduran mucho después del último brindis con pisco. .

Una experiencia para saborear juntos, donde cada comida fortalece el vínculo y amplía el recuerdo.